Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 3 de diciembre de 2007.- Juan Pérez Luna es un invidente de la colonia Alta Icacos que todos los días tiene que utilizar el servicio de transporte público, y se queja de que los camiones no lo levantan, incluso algunos taxistas.
Por eso, reunido ayer con otros discapacitados, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, exigió más atención en este renglón, además de que cada semana, asegura, se registra en Acapulco un promedio de dos accidentes en los que resultan afectadas personas que no ven.
Pérez Luna, quien es secretario de las personas con capacidades diferentes de la Organización Democrática Guerrerense, declaró que los operadores de camiones urbanos son inconscientes, “les importa un comino la situación de los discapacitados, no respetan a los invidentes y hasta atentan contra nuestras vidas”.
Reunido con decenas de personas con capacidades diferentes, “que perdemos alguna de nuestras capacidades físicas pero se nos abren otras”, demandaron una serie de reformas legales para que tanto a nivel de legislatura estatal como de reglamentos municipales, se les dé un mejor trato a quienes tienen problemas para abordar un medio de transporte, para entrar a edificios públicos o incluso para encontrar un empleo.
En atención a ellos, el diputado local Fermín Alvarado Arroyo, quien asistió a ese encuentro con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, dijo que pugnará porque se establezca legalmente que el 10 por ciento de los empleos generados en el gobierno y en las empresas particulares, se asigne a personas con alguna discapacidad física.
Indicó que casi el 10 por ciento de la población guerrerense tiene problemas de alguna discapacidad física, o sea que 10 de cada 100 habitantes enfrentan situaciones como las que dieron a conocer ayer, y que ameritan “toda una revolución de cultura, de diseño, de infraestructura, de prejuicios, de falta de igualdad y de la no integración de estas personas a la sociedad, como si no tuvieran los mismos derechos que los demás”.
Se requiere, agregó el legislador priista, “que haya más rampas para los discapacitados en edificios públicos y privados, transporte público especializado, y leyes que permitan igualdad de oportunidades tanto para personas normales como para discapacitados, en todos los ámbitos, porque ellos también son útiles y productivos. Hay que ser solidarios con ellos”.
Por eso, reunido ayer con otros discapacitados, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, exigió más atención en este renglón, además de que cada semana, asegura, se registra en Acapulco un promedio de dos accidentes en los que resultan afectadas personas que no ven.
Pérez Luna, quien es secretario de las personas con capacidades diferentes de la Organización Democrática Guerrerense, declaró que los operadores de camiones urbanos son inconscientes, “les importa un comino la situación de los discapacitados, no respetan a los invidentes y hasta atentan contra nuestras vidas”.
Reunido con decenas de personas con capacidades diferentes, “que perdemos alguna de nuestras capacidades físicas pero se nos abren otras”, demandaron una serie de reformas legales para que tanto a nivel de legislatura estatal como de reglamentos municipales, se les dé un mejor trato a quienes tienen problemas para abordar un medio de transporte, para entrar a edificios públicos o incluso para encontrar un empleo.
En atención a ellos, el diputado local Fermín Alvarado Arroyo, quien asistió a ese encuentro con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, dijo que pugnará porque se establezca legalmente que el 10 por ciento de los empleos generados en el gobierno y en las empresas particulares, se asigne a personas con alguna discapacidad física.
Indicó que casi el 10 por ciento de la población guerrerense tiene problemas de alguna discapacidad física, o sea que 10 de cada 100 habitantes enfrentan situaciones como las que dieron a conocer ayer, y que ameritan “toda una revolución de cultura, de diseño, de infraestructura, de prejuicios, de falta de igualdad y de la no integración de estas personas a la sociedad, como si no tuvieran los mismos derechos que los demás”.
Se requiere, agregó el legislador priista, “que haya más rampas para los discapacitados en edificios públicos y privados, transporte público especializado, y leyes que permitan igualdad de oportunidades tanto para personas normales como para discapacitados, en todos los ámbitos, porque ellos también son útiles y productivos. Hay que ser solidarios con ellos”.
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